28 de mayo de 2015

Ahorrar en iluminación para ahorrar en la luz

La tarifa media de enero de 2015 situó la factura de la luz del usuario medio en 79,62 euros mensuales, doce euros más que hace un año, lo que supone una subida en tasa interanual del 17,7%, según el análisis de Facua-Consumidores en Acción.

Los cambios en los sistemas de iluminación han sido más que importantes en los últimos años, surgiendo nuevas alternativas a la bombilla clásica que también han visto abaratar su precio, aún así, el cambio de todos los puntos de luz puede ser caro por lo que es conveniente hacerlo poco a poco y teniendo en cuenta las características de la zona que queremos iluminar:

Bombillas incandescentes:
Son las que hemos usado siempre y las que debemos sustituir más urgentemente. Sólo el 5% de la energía que consume se dedica a la luz y el 95% produce calor, aun siendo "baratas" su consumo es importante y su duración muy breve.

Bombillas halógenas:
Son los conocidos "focos" que tenemos en muchas ocasiones en pasillos o salones. Tienen un alto consumo, desprenden mucho calor, pero su duración es superior. Iluminan rápidamente la zona, y por ello en términos de eficiencia su sustituto ideal son bombillas LED.

Tubos fluorescentes:
Consumen un 80% menor que el de las bombillas incandescentes lo que les hace ideal para estancias donde se encienda la luz muchas horas (cocinas, despachos) pero tardan tiempo en encenderse. Las combinaciones son cada vez mayores y los tamaños también inferiores.

Bombillas de bajo consumo:
Usan la misma tecnología de los tubos fluorescentes a una bombilla, por lo que sus ventajas e inconvenientes son los mismos. Sufren con el número de encendidos por lo que no son recomendables para habitaciones donde la luz se encienda o se apague con frecuencia, son más caras pero eficientes. Eso sí, no todas son iguales, hay modelos económicos de menor duración, a la hora de comprar, analicemos muy bien las posibilidades.

Bombillas LED:
Su precio es alto aunque se va reduciendo, prácticamente no desprenden calor y ahorrar mucho, siendo ideales en primer lugar como sustitutos de halógenos o lugares donde encendemos y apagamos frecuentemente la luz. Su duración es muy larga lo que junto a su escaso consumo nos permite amortizar la inversión de su compra.

Además de ajustar nuestro sistema de iluminación en la medida de nuestras posibilidades otros consejos, muchos de ellos sencillos, que son de gran utilidad: aprovechar la iluminación natural, utilizar colores claros en paredes y techos para aprovechar mejor la iluminación natural y reducir la artificial, no dejar luces encendidas en habitaciones que no estés utilizando, mantener limpias las lámparas y las tulipas y en la medida de lo posible, adaptar la iluminación a tus necesidades y usar iluminación localizada con la que ahorras y consigues ambientes más confortables.

20 de mayo de 2015

Cómo ahorrar energía instalando domótica en su vivienda

La domótica es el conjunto de sistemas inteligentes en las viviendas que contribuyen a la mejora del confort, la accesibilidad, la seguridad, las comunicaciones, y la eficiencia energética. Se han desarrollado en los últimos 20 años elementos de control que contribuyen al ahorro de agua, electricidad y combustible, lo que tiene un efecto directo en el aspecto económico y ecológico de los hogares.

Además, la tecnología domótica permite la monitorización del consumo energético en el hogar, lo que facilita la gestión personalizada del consumo, así como el establecimiento y corrección de pautas de comportamiento en lo que a consumo energético se refiere. Además, hoy en día la tecnología es intuitiva y de fácil uso, en muchas ocasiones incluso controlable desde dispositivos móviles.

Así, mediante la incorporación de sistemas domóticos en el hogar, puede gestionar inteligentemente la iluminación, climatización, agua caliente sanitaria, el riego, los electrodomésticos, etc., aprovechando mejor los recursos naturales, utilizando las tarifas horarias de menor coste, y de esta manera reducir su factura energética mientras gana en confort y seguridad.


Imagen: Derecho de autor:  Dennis Murphy

 Para el ahorro de electricidad, destacan los siguientes sistemas:

De iluminación:

• Sistemas de iluminación eficientes: adaptan el nivel de iluminación en función de la variación de la luz solar, la zona de la casa o la presencia de personas, ajustándola a las necesidades de cada momento. Por ejemplo, detectan la presencia de personas en zonas de paso, como los pasillos de la vivienda o de las zonas comunes de un edificio, y las iluminan sólo cuando es necesario.
• Control automático inteligente de toldos, persianas y cortinas de la vivienda: permite que se aproveche al máximo la luz solar.
• Control automático del encendido y apagado de todas las luces de la vivienda: permite evitar el dejarse luces encendidas al salir de casa.
• Control de forma automática del encendido y apagado de las luces exteriores en función de la luz solar.

De climatización:

• Sistemas de regulación de la calefacción: adaptan la temperatura de la vivienda en función de la variación de la temperatura exterior, la hora del día, la zona de la casa o la presencia de personas.
• Control automático inteligente de toldos, persianas y cortinas de la vivienda: permite que se aproveche al máximo la energía solar.

De electrodomésticos:

• Control o secuenciado de la puesta en marcha de electrodomésticos: programando su funcionamiento en horarios en los que el precio de la energía es menor.
• Detección y gestión del consumo “en espera” de los electrodomésticos.
• Programación de la desconexión de circuitos eléctricos no prioritarios –como por ejemplo, el del aire acondicionado–, antes de alcanzar la potencia contratada.

En la actualidad, los sistemas domóticos ofrecen una gran variedad de funcionalidades orientadas a monitorizar el consumo de agua, de combustibles y el consumo eléctrico de todos los sistemas de la vivienda: electrodomésticos, iluminación, sistemas de comunicaciones, refrigeración y/o calefacción, etc. Esto permite hacer una gestión personalizada del consumo (consumo por franjas horarias, diario, mensual, etc.), así como detectar malos funcionamientos de los equipos del hogar.

La información obtenida permite optimizar el ahorro energético en el futuro y corregir las pautas de comportamiento. Monitorizar la calidad del suministro eléctrico permite, además, notificar remotamente la información al suministrador de electricidad, mejorando así el funcionamiento global del sistema de distribución eléctrica para ajustar con más exactitud los patrones de producción a los hábitos de consumo.

En aquellos inmuebles en los que se dispone de sistemas de generación de electricidad por energía solar fotovoltaica u otros sistemas (microgeneradores, aerogeneradores, etc.), se puede monitorizar y gestionar la producción de electricidad. El usuario puede saber en cada momento cuánta energía se está inyectando en la red y  obtener informes diarios, semanales y mensuales, que le permitirán, incluso, realizar la gestión económica de los ingresos que se obtienen mediante la venta de la energía.

Actualmente, existen en el mercado diversos sistemas domóticos fácilmente instalables en cualquier tipo de vivienda: protección oficial, libre, ya construida, de nueva construcción, unifamiliares aisladas, adosadas o en bloque. La domótica pone la tecnología a su servicio. En función de los requerimientos de cada proyecto, se aplicará una solución a medida que satisfaga las necesidades del hogar y se adapte al modo de vida del usuario.

Si desea instalar domótica en su vivienda, debe acudir a un integrador y/o instalador que, basándose en su conocimiento de los diferentes productos que hay en el mercado, le aconsejará sobre la opción que más se adapte a sus requerimientos.

13 de mayo de 2015

Ahorra energía mientras cocinas

A veces no somos conscientes de que con determinados gestos del día a día, también se puede ahorrar energía, como puede ser en la cocina. Con seguir unos sencillos consejos y modificar algunos hábitos, podemos conseguir un importante ahorro de energía en nuestra cocina y resto del hogar.


                                   Imagen: Derecho de autor: http://es.123rf.com/profile_astragal

• Cocinar apagando la vitrocerámica aproximadamente 3 minutos antes de retirar el recipiente. De esta forma se aprovecha el calor residual.

• Elegir un recipiente de diámetro ligeramente mayor que la zona de cocción y con fondo difusor de calor (salvo para cocinas de inducción), supone un ahorro en la energía consumida para cocinar del 20%.

• Utilizar siempre que puedas ollas a presión, debido a que se consume menos energía y ahorra mucho tiempo.

• Si se usan ollas convencionales taparlas durante la cocción de esta manera se evita la pérdida de calor.

• Descongelar los alimentos antes de cocinar ayudará a ahorrar energía.

• Si vas a comprar un frigorífico, elige un modelo eficiente y ecológico de clase A+++ o A++, de esta forma podrá ahorrar hasta un 70 % respecto a la media.

• Regular la temperatura del frigorífico y congelador según las instrucciones del fabricante, por cada grado más de frío, el consumo de energía aumenta un 5%.

• Instala el frigorífico y congelador lo más lejos posible de los focos de calor, como pueden ser el sol, radiadores, horno, etc.

• No introducir nunca alimentos calientes en el frigorífico o en el congelador. Dejándolos enfriar fuera, ahorrarás energía.

• Comprobar que las puertas del frigorífico y del congelador cierran correctamente y mantenerlas abiertas el menor tiempo posible.

• Mantener la pared trasera del frigorífico  bien limpia y ventilada.

• Eliminar del congelador la capa de hielo antes de que alcance los 3 milímetros de espesor, de esta forma se consigue ahorros energéticos de hasta el 30%.

• La utilización del microondas supone un ahorro energético entre un 60 y un 70% respecto de los hornos convencionales.

• Procurar no abrir el horno innecesariamente. Cada vez que lo haces puedes estar perdiendo hasta un 20% del calor acumulado.

• No es necesario precalentar el horno para cocciones superiores a una hora, así ahorrarás energía.

• Utiliza el reloj programador avisador de tu horno. Es un modo muy efectivo de controlar el consumo de energía.

• Se ahorra energía si aprovechas al máximo la capacidad del horno y cocinas el mayor número de alimentos de 1 vez.

• Apagar el horno un poco antes de finalizar la cocción: el calor residual será suficiente para acabar el proceso.

• Los hornos de convección favorecen la distribución uniforme de calor, ahorran tiempo y gastan menos energía.

• Es aconsejable el uso de recipientes de vidrio para el horno pues retienen el calor más que otros materiales por lo que los alimentos se cocinan más rápidamente.

• Si vas a comprar un lavavajillas, elige un modelo eficiente y ecológico de clase A+++, permiten ahorrar más del 45% respecto de los de clase D.

• Lavar los platos, con agua caliente consume un 40% más de energía que lavar con lavavajillas.

• Aprovechar al máximo la capacidad del lavavajillas y selecciona el programa adecuado.

• Prelavar los utensilios con agua fría, si el lavavajillas no está lleno, ya que facilita el lavado posterior.

• Tener cuidado al colocar los utensilios en el lavavajillas ya que el agua debe circular entre ellos con facilidad.

• Usar los niveles de sal y abrillantador recomendados por el fabricante del lavavajillas.

• No olvidar  desenchufar los pequeños electrodomésticos cuando se usen, como son batidoras, tostadoras,etc.

6 de mayo de 2015

Uso inteligente de los electrodomésticos para ahorrar en la luz

La tarifa media de enero de 2015 situó la factura de la luz del usuario medio en 79,62 euros mensuales, doce euros más que hace un año, lo que supone una subida en tasa interanual del 17,7%, según el análisis de Facua-Consumidores en Acción.


Uso inteligente de los electrodomésticos para ahorrar en la luz:

Según el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), el gasto de electrodomésticos supone el 56% del consumo energético, unos 990 euros al año de media. Por ello, el uso eficiente del mismo nos permitirá conseguir ahorros considerables.

Las medidas de arranque están por supuesto en la compra o sustitución cuando sea posible por electrodomésticos lo más eficientes posibles en consumo de energía (de calificación energética A) pero va mucho más allá, también en el uso que hagamos:

En lavadoras/lavavajillas: Usar programas a temperatura moderada, el 90% de la energía se usa para calentar el agua y reduce las revoluciones del centrifugado. En general es recomendable usarlo a carga completa, salvo para los electrodomésticos que permitan usar programas de carga media, que ajustan el consumo de luz y agua. El mantenimiento es muy importante, usar descalcificantes y limpiar el filtro de impurezas nos ayudará a que cada lavado sea más económico.

En el frigorífico/congelador, debemos realizar también un mantenimiento adecuado, dejando suficiente espacio entre el motor y la pared, evitar que acumule hielo y ajustando bien las temperaturas 5ºC en el frigorífico y -18ºC para el congelador. No metamos alimentos calientes en la nevera, porque al hacerlo aumentamos el consumo ya que el frigorífico buscará mantener la misma temperatura.

Cocina eléctrica: En primer lugar no emplear cacerolas y sartenes más pequeñas que los quemadores de la vitrocerámica. Usemos menaje eficiente, como es la olla presión y aprovechemos el calor marginal tras apagar el fuego para los últimos momentos de preparación de nuestras comidas. Igualmente sustituir el microondas por el horno es muy recomendable (65%-70% de ahorro), y si usamos este, el ahorro de apagarlo unos minutos antes y aprovechar el calor marginal es mayor que en las vitrocerámicas.

En las televisiones/pantallas el ahorro de la tecnología LED es muy importante (37% en funcionamiento con respecto a los paneles LCD) pero también en espera (40%) aun así, apagarlo completamente (no dejarlo en standby) nos permitirá conseguir ahorros moderados. Para ello es de gran ayuda usar regletas con interruptores, que nos permite fácilmente desconectar energía de una serie de electrodomésticos (es muy común la combinación de televisión, reproductores de DVD y consolas).

Por último un electrodoméstico con enormes puntas de gastos es la plancha, especialmente el gasto está en llegar a la temperatura máxima, por ello, conseguimos un importante ahorro si planchamos grandes cantidades de ropa a la vez en lugar de distribuirlo en repetidas ocasiones.