31 de marzo de 2015

Cómo ahorrar energía en una comunidad de propietarios

La mayoría de nosotros hace todo lo posible por reducir el consumo en nuestros hogares, pero también conviene tener muy presente todos aquellos gastos comunitarios que pagamos entre todos los vecinos y que, en algunos casos, pueden suponer un buen coste a final de mes.


 De hecho, en una Comunidad de Propietarios hay dos gastos importantes que se pueden reducir notablemente si se sabe cómo actuar, dónde actuar y qué revisar: la energía eléctrica y la calefacción. La energía eléctrica se consume en ascensores, alumbrado, etc. de forma constante durante todo el año, mientras que la calefacción se centra en los meses de invierno y es un gasto más fuerte en regiones frías.

 A continuación os ofrecemos un recopilatorio de medidas encaminadas a disminuir los gastos energéticos en nuestra comunidad de propietarios, obtenidos de diversas fuentes y agrupados en varias categorías, ¡prepárate para ir bien informado a la próxima reunión de la comunidad!

  Ahorro en sistemas de iluminación 

Ya que alrededor del 25% del gasto en electricidad suele ser de la iluminación, tomar ciertas medidas de ahorro puede ser muy beneficioso para la factura de la luz de todos los vecinos. ¿Cómo hacerlo?

  • Sectorizar el alumbrado por plantas. Permitirá encender sólo aquellos puntos de luz que se estén utilizando, y no las demás plantas en las que no hay vecinos. 
  • Utilizar bombillas de bajo consumo, más caras que las tradicionales pero 6 veces más duraderas y con un consumo mucho más bajo, entre un 75% y 80%. 
  • Mantener limpio los sistemas de iluminación. Las lámparas y bombillas cuando acumulan polvo reducen su luminosidad. 
  • Instalar detectores de presencia que iluminen únicamente las zonas que son transitadas, ya que cuando pulsamos el interruptor en la mayoría de los casos estamos encendiendo luces que no prestan ningún servicio. Si se incorporan temporizadores/detectores de presencia, se reduce el consumo eléctrico que implica un ahorro estimado de un 60% en la factura. 
  • Utilizar colores claros en las paredes para dar más luminosidad al portal. 


Ahorro en la factura eléctrica 

Una de las alternativas para disminuir la factura de la luz en la comunidad podría ser revisar la potencia contratada, ya que en muchos casos ésta es mayor de la que se necesita, lo que hace que se esté pagando de más sin necesidad, con el gasto de dinero que ello comporta.

 Ahorro en agua caliente 

Una parte del gasto de electricidad del edificio se debe al agua caliente (en los edificios con calefacción central), por lo que además de hacer un uso racional de ella se recomienda tomar las siguientes medidas:

  •  Proteger y aislar las tuberías 
  •  Utilizar energía solar térmica, revisando la inversión que supondría. 
  •  Revisar la temperatura 
  •  Cuidar y limpiar las instalaciones 


Ahorro en calefacción 

Además de elegir un buen sistema de calefacción (de nuevo para aquellos edificios con calefacción central o estufas en portal, escaleras, etc.), es recomendable tomar las siguientes medidas de ahorro:

  • Mejorar el aislamiento térmico, que es capaz de reducir la necesidad de calefacción en un 40% en invierno, y de evitar por completo la necesidad de aire acondicionado en verano. 
  • Renovar las calderas más viejas, recomendable a partir de los 15 años. 
  • Cambia la caldera de gasoil por una de gas natural. 
  • Instalar contadores individualizados de consumo y/o por horas. 


Ahorro en el uso de los ascensores

Los siguientes consejos ayudarán a ahorrar en consumo de los ascensores en la comunidad de vecinos, aunque quizá la sustitución por antigüedad pueda ser la más difícil de aplicar por reticencias en asumir ese gasto. Algunas medidas de ahorro para el uso del ascensor son:

  • Sustituir los viejos ascensores por unos nuevos más modernizados. - Revisiones frecuentes (pagando una cuota por mantenimiento). 
  • Hacer un uso responsable de ellos. Sin duda la mejor manera de ahorrar es subir o bajar a pie de vez en cuando, además de ahorrar haremos ejercicio. 
  • En el caso de fincas con varios ascensores, instalar mecanismos de maniobra selectiva optimizará el desplazamiento de los ascensores, para que sean más rápidos y eficientes. 


Referencias 
http://blogdelseguro.com/consejos-para-ahorrar-energia-en-vuestra-comunidad-de-propietarios/ http://www.tecnifica.es/es/blog/ahorrar-energia-comunidad-propietarios http://www.assenn.es/como-ahorrar-energia-en-comunidad-de-vecinos/ http://www.presupuestocertificacionenergetica.es/blog/83-5-medidas-para-ahorrar-energ%C3%ADa-en-tu-comunidad-de-vecinos.html

25 de marzo de 2015

Los mejores dispositivos para ahorrar energía

Además de cambiar ligeramente nuestras costumbres, existe todo un universo de dispositivos y herramientas creados para reducir nuestro consumo de energía en mayor o menor medida y ayudarnos a ir bajando la fatídica cifra del recibo de la luz.

Comenzamos con un dispositivo que no sirve exactamente para ahorrar, sino para conocer en detalle nuestro consumo, lo que supone un primer paso para reducirlo. Los medidores de consumo energético que se pueden encontrar en el mercado van desde los 20 euros hasta los casi 100, según sus características.

Los medidores de consumo individual, como el Socket de Efergy, son los más sencillos y baratos. Cuentan con un sensor que se aplica a un solo enchufe y un dispositivo con una pantalla (según el modelo, la pantalla va insertada en el propio sensor), similar a un reloj de mesa. Miden el consumo del dispositivo (o dispositivos, si utilizamos un ladrón múltiple) que tengamos conectado en esa toma, por lo que son muy útiles si queremos saber cuánto consume uno de nuestros aparatos en concreto.

Por otra parte, podemos utilizar un medidor de consumo total, como el Engage Hub kit, también de Efergy, para saber cuánta energía estamos utilizando en toda la casa en un momento concreto, e incluso mantener un seguimiento en el tiempo. Este kit cuenta con un sensor en forma de pinza que se conecta al cable de entrada de corriente en el cuadro eléctrico, un emisor situado fuera del cuadro y una centralita conectada al router.

La información se descarga en el ordenador y se puede seguir la evolución del consumo por meses, semanas, días, medias diarias… en forma de tablas de datos y en gráficos. Con la idea de motivar el ahorro, se pueden comparar nuestros registros con los de otros usuarios así como compartir consejos para seguir mejorando.

Ya sabemos cuánto gastamos, ¿cómo podríamos reducirlo? En algunos hogares basta con cambiar algunos pequeños comportamientos, pero en otros es necesario llevar a cabo una reforma más profunda. Como eso ya es meterse en palabras mayores, conviene tener claro qué es lo que queremos hacer y cuál será su impacto en nuestro consumo. La Fundación Laboral de la Construcción incluye en su web un simulador que permite seleccionar una serie de mejoras para nuestra casa o edificio y comprobar cómo nos beneficiarían en cuanto a consumo energético, gasto económico e incluso emisiones de CO2.

También existen varias opciones que apuestan por la domótica. Una de ellas es Wattio, un producto creado por una empresa de San Sebastián y formado por cuatro componentes: Bat, un monitor que se coloca en el cuadro eléctrico; Gate, el panel de control táctil desde el que manejar todo el sistema; Pod, un adaptador para los enchufes y Thermic, un termostato. Utilizando esos cuatro elementos se puede automatizar el encendido y apagado de los electrodomésticos y dispositivos, así como programar la calefacción, desde el ordenador o desde el móvil.

Pensado más allá de la electricidad, para controlar también otros gastos, está el sistema C3M Energy Manager, de nuevo de factura española. Lo que hace este servicio es monitorizar el consumo, utilizando analizadores que instalan en los principales cuadros de consumo de una casa (o una oficina) y conectándolos a una red wifi.

Para ayudarnos con el uso racional de aparatos está EnergyEgg, un dispositivo que sabe cuándo has salido de la habitación y apaga la tele o el dispositivo encendido (lámpara, cadena, etc) cuando no estamos presentes. Está compuesto de dos partes, un sensor de movimiento y un adaptador para los enchufes. Cuando no detecta ningún movimiento durante un periodo de tiempo predeterminado por el usuario, envía la señal al adaptador del enchufe para que corte la corriente, apagando los dispositivos conectados a él. Avisa con un pitido un minuto antes de apagarse, lo que te da tiempo a agitar los brazos para indicar tu presencia si es que estabas en la habitación completamente quieto.
Estos dispositivos son solo una muestra de los dispositivos existentes para racionalizar el consumo eléctrico y ahorrar dinero en el recibo de la luz.

Fuente: El confidencial (Teknautas)

12 de marzo de 2015

Beneficios económicos del uso de calderas de biomasa

El uso de calderas de biomasa supone una fuente de obtención de energía rentable. Su utilización puede servir para ahorrar mucho en la factura anual, para contribuir a la sostenibilidad del planeta e incluso para prevenir incendios, pero para tomar la decisión de instalar una caldera de biomasa en nuestra casa debemos tener en cuenta varios aspectos.


Imagen: Derecho de autor: http://es.123rf.com/profile_astragal

Las calderas de biomasa tienen carácter renovable, es decir, de aprovechamiento de energías renovables,  para el cumplimiento de las exigencias mínimas del Código Técnico de Edificación, en viviendas nuevas y en rehabilitaciones con licencia de obra posterior a marzo de 2008,  a cubrir con energías renovables como alternativa a la Energía Solar Térmica.

Lo primero que hay que saber es que cualquier caldera convencional de gasoil o gas se puede sustituir por una de biomasa. La única diferencia sustancial es que una de biomasa quema material sólido.
Su inversión inicial en compra e instalación varía, según el tipo de caldera, aunque oscila entre los 3.500 y los 5.000€, dependiendo de su rendimiento y capacidad. En el caso de la instalación de una caldera de gas o gasoil, la inversión oscila alrededor de 1.000 €, un valor menor al de biomasa, pero existen una serie de consideraciones a medio y a largo plazo que pueden hacer que recuperemos la inversión en muy poco tiempo.

Las subidas anuales del material que utiliza cada caldera son una realidad. Aunque los pellets y las astillas también sufren subidas cada año, estas son inferiores a los de otros materiales. Durante los años 2010 y 2011, el precio del litro de pellet se mantuvo constante. Esto nos supone un importante ahorro en el precio de la materia que usamos para generar energía. El ahorro que supone tener una caldera de biomasa se nota sobre todo en el consumo mensual.

Teniendo en cuenta la subida del precio de los materiales y el coste de los mismos por mes, la inversión en una caldera de biomasa se puede amortizar en 3 años. Esto significa que a partir de este tiempo, el ahorro que supone tener una caldera de estas características se convierte en constante, superando en muy poco tiempo la inversión inicial.

El mantenimiento de las calderas de biomasa es mínimo y solo hay que aspirar las cenizas del quemador cada dos o tres días y vaciar el cajetín con las cenizas. Esto es una ventaja más que se une al precio del combustible y a la reducción de las emisiones.


Referencias: http://www.blogenergiasostenible.com

6 de marzo de 2015

Gas Natural Comprimido en vehículos

Muchos fabricantes, a la búsqueda de un mayor ahorro y eficiencia energética, están lanzando al mercado vehículos alimentados por combustibles alternativos. Uno de ellos es el Gas Natural Comprimido (GNC) con un 90% de metano. Las ventajas del GNC, respecto a la gasolina o al gasóleo, es que es bastante más barato (casi el 50% respecto a la primera).

Como inconvenientes hay que destacar que a la hora de repostar nos va a ser más difícil encontrar una estación de servicio donde llenar el depósito. Esta situación puede ir cambiando, pues ya hay grupos de fabricantes que están apostando fuerte por el GNC y ya están creando plantas para generar gas metano. Otra de las ventajas es que se trata de un combustible más limpio a la hora de quemarlo con respecto a la gasolina, pues no emite azufre y se reducen un 80% las emisiones de óxidos de nitrógeno.

Recientemente, se ha lanzado al mercado español un vehículo de funcionamiento híbrido con dos depósitos: uno de GNC con 15 kg de capacidad y otro de 50 litros de gasolina. Con el primero se consigue una autonomía de 420 Km, tardándose apenas 3 minutos en repostarlo. Sumando la capacidad de ambos depósitos se declaran 1360 kilómetros de autonomía en total. El motor es el mismo para los dos combustibles, y lo que se ha hecho son unas pequeñas modificaciones al motor que venía de serie para adaptarlo al nuevo combustible. A la hora de ponerse en marcha, lo que primero se quema es, lógicamente, el GNC hasta vaciar el depósito. La transición entre modo GNC y gasolina se hace de forma totalmente automática.

En conclusión, EL GNC surge como una alternativa más limpia y económica a los carburantes habituales de los vehículos, cuya  proyección futura depende en parte de la adaptación de la red de distribución para poder servir este tipo de combustible.