29 de septiembre de 2015

Enseña a tus hijos a ahorrar energía

Para conseguir un ahorro en la factura de la luz lo primero que hemos de hacer es aplicar nosotros medidas energéticas, pero además es básico enseñar a nuestros hijos desde pequeños cómo ahorrar energía con medidas simples puedan poner en práctica.  Es desde pequeños cuando debemos desarrollar en ellos las buenas costumbres, de forma que cuando crezcan se preocupen ellos mismos por reducir su consumo energético.

Es por eso por lo que hoy dedicamos la entrada a los más pequeños de la casa y os dejamos unos consejos para ahorrar energía con los niños y enseñarles buenos hábitos de consumo:

1. No hace falta ir en coche a todas partes, un paseo en familia hasta vuestro destino si es corto, un trayecto en bicicleta o incluso ir en transporte público es una práctica muy ecológica y ayuda a ahorrar energía.

2. Encended las luces cuando realmente haga falta, mientras tanto, aprovechad la luz natural.

3. Enseña a tus hijos a apagar las luces una vez salgan de la habitación. En ocasiones no nos damos cuenta y la mayor parte de la casa está iluminada innecesariamente.

4. Cuando tus hijos son pequeños, lo ideal es bañarlos, ya que no tienen estabilidad suficiente para ducharse. Sin embargo, en cuanto veas que pueden estar de pie en la ducha sin problemas, sustituye el baño por una ducha.

5. Enseña a tus hijos el valor del reciclaje. Edúcales para que conozcan los diferentes tipos de reciclaje y dónde han de echar la basura según sea su naturaleza.

6. Cuando terminen de ver dibujos en la televisión o su programa favorito, no apagues el televisor con el mando a distancia, sino con el interruptor. Muchos equipos continúan gastando electricidad aunque estén apagados. Es conveniente desenchufar si tu televisor no tiene botón de apagado completo.



7. Enseñar con el ejemplo es la mejor manera. Si dejas el móvil enchufado al cargador a pesar de haber terminado la carga, abres la nevera más tiempo del necesario, pones alimentos en ella que no necesitan frío para mantenerse o tu ordenador siempre está encendido, será difícil que aprendan buenas costumbres energéticas.

8. Tus hijos pueden ayudarte con la colada y tú puedes aprovechar este momento para enseñarles otro truquito para gastar menos energía: no utilizar una secadora, sino dejar que el sol seque la ropa.

9. Si vamos a lavarnos las manos antes de comer y no hace mucho frío, no hace falta abrir el grifo del agua caliente, podemos lavarnos las manos con agua fría.

Además de esos consejillos,  os recomendamos intentar enseñarles a base de pequeños juegos, así será más fácil que llame su atención y se impliquen.  Por ejemplo, para conseguir que apaguen todas las luces se puede plantear como una especie de “misión” convirtiéndoles en responsables de apagar todas las luces que no se estén utilizando y eliminar el Standby. Serían algo así como “los vigilantes de la eficiencia”. Podríamos establecer un ránking de logros para que ellos mismos vean sus progresos.

Finalmente, también existen en Internet varios juegos online que también podrán ayudaros a inculcar los valores del ahorro energético en vuestros niños. Por ejemplo, Enercities es un juego para construir nuestra propia ciudad sostenible. Por otro lado, Dropoly permite que nuestra eficiencia casera se convierta en un juego a base de logros y ránkings de consumo, ideas eficientes que generamos a partir de nuestros resultados, etc.


Referencias: 

http://www.guiainfantil.com/blog/educacion/valores/10-consejos-para-ensenar-a-tus-hijos-a-ahorrar-energia/
http://negocios.uncomo.com/articulo/como-ensenar-a-los-ninos-a-ahorrar-luz-18673.html
Imagen: Julian Tysoe

14 de septiembre de 2015

Certificación energética de una vivienda

Si queremos vender o alquilar nuestra vivienda es necesario disponer de la correspondiente certificación energética de la misma. Se trata de un documento que etiqueta energéticamente una vivienda en función de una escala que va desde la letra A hasta la G, y nos va a indicar la mayor o menor eficiencia de la misma.
Imagen: Derecho de autor:  IDAE

Concretamente, el certificado de eficiencia energética de una vivienda  es un documento oficial, avalado por un técnico competente, que incluye información objetiva sobre las características energéticas de un inmueble. Dicha certificación califica energéticamente un inmueble calculando el consumo anual de energía necesario para satisfacer la demanda energética de un edificio en condiciones normales de ocupación y funcionamiento, incluyendo la producción de agua caliente sanitaria, calefacción, iluminación, refrigeración y ventilación.

Las partes que integran el modelo de certificado descrito son:
  •  Identificación de la vivienda.
  •  Datos del técnico certificador.
  •  Calificación energética global (emisiones de dióxido de carbono por metro cuadrado por año).
  •  Descripción de las características técnicas del edificio: envolvente térmica (cerramientos y huecos), instalaciones térmicas (calefacción, refrigeración, agua caliente sanitaria), instalaciones de iluminación, ventilación, etc.
  •  Calificación energética global y parcial, recomendaciones para la mejora de la eficiencia energética y comprobaciones realizadas por el técnico certificador.
Una vez registrado el informe en la Comunidad Autónoma correspondiente, ésta remitirá la etiqueta energética del mismo. Esta etiqueta se deberá facilitarse al comprador u arrendatario del inmueble y en el caso de edificios de uso público deberá exhibirse en sitio visible.

En conclusión, el certificado de eficiencia energética nos aporta información valiosa sobre las características de una vivienda en cuanto al consumo o gasto energético que nos va a suponer el gasto de calefacción, refrigeración, iluminación y agua sanitaria caliente. Dicho certificado nos puede servir para comparar objetivamente la eficiencia energética de diferentes viviendas y puede ser un factor más a tener en cuenta a la hora de tomar una decisión por alquilar o comprar una u otra vivienda.

2 de septiembre de 2015

Programa el uso de ciertos electrodomésticos en los horarios más económicos

La tarifa media de enero de 2015 situó la factura de la luz del usuario medio en 79,62 euros mensuales, doce euros más que hace un año, lo que supone una subida en tasa interanual del 17,7%, según el análisis de Facua-Consumidores en Acción.
 
 
Aunque tenemos electrodomésticos de uso continuo, otros muchos son de consumo muy intensivo lo que nos puede llevar a conseguir ahorros muy importantes si trasladamos su uso a determinadas horas.

Así por ejemplo, en los días laborables de invierno las horas punta, en las cuales generalmente el precio de la electricidad es más alto, son las comprendidas entre las 8 a las 11 h y de las 18 a las 22h y en los días no laborables serían de las 13 a las 15h y de las 20 a las 23h. En el periodo de verano las horas se desplazan (al igual que nuestros hábitos y uso horario) siendo en los días laborables de 11 a 14h y de 20 a 23h y en días no laborables de las 12 a las 16h y de las 23 a la 1h. Si por ejemplo regulamos el aire acondicionado en verano usándolo menos en las horas de electricidad más cara o por ejemplo retrasamos la hora de la plancha más allá de la hora punta podemos conseguir ahorros significativos.

También se puede consultar el precio de la electricidad en la página web del OMIE para adecuar el uso de los electrodomésticos a los horarios con tarifa más barata de cada dia.