A veces no somos conscientes de que con determinados gestos del día a día, también se puede ahorrar energía, como puede ser en la cocina. Con seguir unos sencillos consejos y modificar algunos hábitos, podemos conseguir un importante ahorro de energía en nuestra cocina y resto del hogar.
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• Cocinar apagando la vitrocerámica aproximadamente 3 minutos antes de retirar el recipiente. De esta forma se aprovecha el calor residual.
• Elegir un recipiente de diámetro ligeramente mayor que la zona de cocción y con fondo difusor de calor (salvo para cocinas de inducción), supone un ahorro en la energía consumida para cocinar del 20%.
• Utilizar siempre que puedas ollas a presión, debido a que se consume menos energía y ahorra mucho tiempo.
• Si se usan ollas convencionales taparlas durante la cocción de esta manera se evita la pérdida de calor.
• Descongelar los alimentos antes de cocinar ayudará a ahorrar energía.
• Si vas a comprar un frigorífico, elige un modelo eficiente y ecológico de clase A+++ o A++, de esta forma podrá ahorrar hasta un 70 % respecto a la media.
• Regular la temperatura del frigorífico y congelador según las instrucciones del fabricante, por cada grado más de frío, el consumo de energía aumenta un 5%.
• Instala el frigorífico y congelador lo más lejos posible de los focos de calor, como pueden ser el sol, radiadores, horno, etc.
• No introducir nunca alimentos calientes en el frigorífico o en el congelador. Dejándolos enfriar fuera, ahorrarás energía.
• Comprobar que las puertas del frigorífico y del congelador cierran correctamente y mantenerlas abiertas el menor tiempo posible.
• Mantener la pared trasera del frigorífico bien limpia y ventilada.
• Eliminar del congelador la capa de hielo antes de que alcance los 3 milímetros de espesor, de esta forma se consigue ahorros energéticos de hasta el 30%.
• La utilización del microondas supone un ahorro energético entre un 60 y un 70% respecto de los hornos convencionales.
• Procurar no abrir el horno innecesariamente. Cada vez que lo haces puedes estar perdiendo hasta un 20% del calor acumulado.
• No es necesario precalentar el horno para cocciones superiores a una hora, así ahorrarás energía.
• Utiliza el reloj programador avisador de tu horno. Es un modo muy efectivo de controlar el consumo de energía.
• Se ahorra energía si aprovechas al máximo la capacidad del horno y cocinas el mayor número de alimentos de 1 vez.
• Apagar el horno un poco antes de finalizar la cocción: el calor residual será suficiente para acabar el proceso.
• Los hornos de convección favorecen la distribución uniforme de calor, ahorran tiempo y gastan menos energía.
• Es aconsejable el uso de recipientes de vidrio para el horno pues retienen el calor más que otros materiales por lo que los alimentos se cocinan más rápidamente.
• Si vas a comprar un lavavajillas, elige un modelo eficiente y ecológico de clase A+++, permiten ahorrar más del 45% respecto de los de clase D.
• Lavar los platos, con agua caliente consume un 40% más de energía que lavar con lavavajillas.
• Aprovechar al máximo la capacidad del lavavajillas y selecciona el programa adecuado.
• Prelavar los utensilios con agua fría, si el lavavajillas no está lleno, ya que facilita el lavado posterior.
• Tener cuidado al colocar los utensilios en el lavavajillas ya que el agua debe circular entre ellos con facilidad.
• Usar los niveles de sal y abrillantador recomendados por el fabricante del lavavajillas.
• No olvidar desenchufar los pequeños electrodomésticos cuando se usen, como son batidoras, tostadoras,etc.
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