27 de octubre de 2014

Los inventores de la luz LED azul reciben el Premio Nobel de Física 2014


El Comité de los Premios Nobel ha decidido otorgar el Nobel de Física 2014 a Isamu Akasaki, Shuji Nakamura e Hiroshi Amano, padres del diodo LED azul que ha cambiado la forma en la que se fabrican pantallas. La luz LED azul es una nueva fuente de luz eficientemente energéticamente y respetuosa con el medio ambiente, son los diodos eficientes de emisión de luz azul que han permitido las fuentes de luz blanca de ahorro energético. En pocas palabras, los LEDs que a día de hoy dan color a nuestras pantallas y bombillas.
 
 
El descubrimiento de la luz LED azul es, sin duda, uno de los descubrimientos considerado con mayor impacto práctico en nuestro día a día, y así ha sido reconocido por el Comité de los Premios Nobel, otorgando el reconocimiento de Premio Nobel de física a sus inventores. Los diodos emisores de luz azul han permitido las fuentes de luz blanca brillante de ahorro energético, o lo que es lo mismo, las actuales bombillas LED eficientes. Y es que sus predecesores, los diodos LED rojo y verde creados en los años 60, no permitían emitir luz blanca. No fue hasta los años 90 con la invención del diodo azul, cuando fue posible la combinación con los colores anteriores para permitir la generación de la luz blanca que hoy en día ilumina nuestras pantallas.

Las lámparas LED emiten una luz blanca brillante, duran mucho más tiempo y mucha menos energía que los bombillos de luz incandescentes inventados por Thomas Edison en el siglo XIX. Además, constantemente están mejorando, con mayores flujos luminosos (medidos en lúmenes) por  unidad de energía eléctrica de entrada (medido en vatios). El registro más reciente es poco más de 300 lm/ W, en comparación con los 16 de las bombillas regulares y los cerca de 70 de las lámparas fluorescentes. 

Como alrededor de un cuarto de la electricidad mundial del consumo de electricidad mundial se utiliza para fines de iluminación, los LEDs contribuyen al ahorro de recursos de la Tierra. Además, el consumo de materiales también disminuye ya que duran hasta 100.000 horas, en comparación con 1.000 para bombillas incandescentes y las 10.000 horas para las luces fluorescentes.

Además, la lámpara LED tiene un gran potencial para elevar la calidad de vida de más de 1.500 millones de personas en todo el mundo que carecen de acceso a las redes de electricidad. Como requieren poca energía para operar, se pueden alimentar por energía solar barata a escala local.

“La invención del LED azul tiene solo 20 años, pero ya ha contribuido a crear luz blanca de una forma nueva beneficiándonos a todos”, destaca la academia sueca en su comunicado, además de recordar que las bombillas de luz incandescente iluminaron el siglo XX, pero "en el XXI lo harán los LED”.


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