19 de noviembre de 2014

Un ahorro de hasta 2500 euros al año

Si tu vivienda va a ser vendida o alquilada necesitará disponer de la etiqueta de eficiencia energética y un certificado energético en vigor, según la legislación vigente (RD 235/2013). Esto permitirá describir la vivienda desde el punto de vista del consumo energético en climatización. También puedes optar por certificarla aunque no se vaya a vender o alquilar, ya que así podrás conocer en qué puntos puedes disminuir su consumo energético, además la validez del certificado es por 10 años. 




La inmensa mayoría de las viviendas certificadas hasta la fecha obtienen unas calificaciones comprendidas entre  las letras F y G (Escala de A-G, siendo “A” la más eficiente y “G” la menos eficiente), dato que nos indica que el parque inmobiliario en España no tiene una buena eficiencia energética y que hay mucho que mejorar. Si bien es verdad que a veces hay que hacer una inversión inicial para optimizar determinados elementos del inmueble, los resultados son visibles en poco tiempo.
 

Medidas de ahorro
 
Hay medidas muy sencillas y que pueden suponer un gran ahorro:

1. La sustitución de ventanas por otras más aislantes. También es básico que estén bien selladas las juntas y que la caja de persiana tenga buen aislamiento.

2. La sustitución del generador de agua caliente por otro más  moderno y eficiente, los calentadores antiguos son poco eficientes.

3. La instalación de contadores individuales en sistemas de calefacción centralizados. Son baratos, de fácil instalación y pueden suponer un ahorro de hasta un 30%. Si además se instalan  válvulas termostáticas para poder regular la temperatura de cada radiador, el ahorro puede ser aún mayor. Se favorece así el consumo responsable de energía, ya que cada vecino paga por lo que consume.

4. La mejora del aislamiento térmico interior de la vivienda, en fachadas, para minimizar los puentes térmicos.
 

La empresa murciana Tenaga Ingenieros ha realizado un estudio monetizando el ahorro energético y demostrando cómo la eficiencia energética puede ser la mejor aliada ante las imparables subidas de la factura eléctrica. Una vivienda mejor adaptada energéticamente permite a su inquilino ahorrar entre 1.000 y 2.500 euros al año.
 
Según esa comparativa de precios,  una vivienda de unos 100 metros cuadrados con una calificación G y que mantuviese siempre las condiciones de confort, presentaría un consumo anual aproximado de 15.184 kWh de electricidad, lo que equivale a unos 2.521 €/año con impuestos incluidos. Si se realiza la misma simulación en una vivienda que tenga una buena calificación, una C por ejemplo, serían unos 6.300 kWh/año, lo que equivale a unos 1.045 €/año, el ahorro sería de 1476 €/año (125€/mes). Si nos vamos a una calificación excelente, una A,  estamos hablando de 1.250 kWh/año, lo que equivale a unos 207 €/año, un ahorro de 2314€/año (200€/mes) con respecto a la calificación G.

Un claro ejemplo de que la concienciación en temas de eficiencia energética nos puede ayudar a mejorar nuestras vidas ostensiblemente, tanto en lo que repercute en nuestro bolsillo como en el cuidado del Planeta.

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