16 de junio de 2016

Vehículo Híbrido vs Vehículo Eléctrico (parte 1)

Introducción

El consumo de energía del transporte se ha incrementado un 84% entre 1990 y 2011, con un crecimiento continuo hasta 2007. El transporte nacional consumió el 69,5% de toda la energía del sector, empleando el transporte por carretera casi el 92% de la misma, siendo el responsable del 24.9% de las emisiones de CO2 en España. El gasóleo se empleó para producir casi el 70% de la energía consumida en 2011.

En los países del entorno europeo y de la OCDE, se están llevando a cabo políticas de apoyo a los vehículos eléctricos e híbridos. La introducción de este tipo de vehículos supone un cambio en materias de movilidad de la sociedad actual además de mejorar la eficiencia global del sistema eléctrico, contribuir a la reducción de las emisiones de CO2, que en el caso de España implica el aprovechamiento de sus fuentes de generación libres de CO2, en especial, de las energías renovables que en 2020 deberán suponer el 40% de la energía generada, y de la dependencia energética exterior, así como la demanda de petróleo.  Además mejora la calidad del aire y disminuye la contaminación acústica. Para su potenciación existen ayudas y planes como el Plan MOVEA 2016 dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, cuya dotación es de 16.6 Millones de Euros.


Vehículo Eléctrico

Los vehículos eléctricos obtienen su capacidad de movimiento por la energía eléctrica liberada por unas baterías o bien por una célula de combustible de hidrógeno, siendo el sistema de generación y acumulación de energía eléctrica el sistema para mover el vehículo. Para ello, se utilizan los acumuladores electroquímicos, formados por dos substancias conductoras bañadas en un líquido también conductor. El intercambio de cargas positivas y negativas entre ambos componentes mantiene una corriente eléctrica que puede ser utilizada para el funcionamiento del motor del vehículo eléctrico. En el motor de combustión, sólo el 18% de la energía del combustible es utilizada para mover el vehículo, el resto sirve para accionar el motor. En el vehículo eléctrico el 46% de la energía liberada por las baterías sirve para mover el vehículo, lo que indica una eficiencia entre 10-30% superior de éste respecto al vehículo convencional con motor de explosión.

Existen dos tipos de recarga en el vehículo eléctrico:

  1. Recarga inteligente:
● La recarga inteligente del vehículo eléctrico en horas valle permitirá un aplanamiento de la curva de demanda permitiendo así una disminución de la demanda eléctrica.
● Optimizará las infraestructuras de generación y redes eléctricas excedentarias.
● Permitirá una mayor integración de energías renovables.
 
 
   
 
 
 
    2.  Recarga ineficiente:
 
● Durante los periodos punta del día, la curva de demanda experimentará una diferencia más grande entre los periodos de mayor y menor consumo eléctrico
● Requiere un sobredimensionamiento de las infraestructuras de generación y transporte.
● Incrementa las emisiones de CO2 al ser necesaria en las horas punta una mayor aportación de las centrales más contaminantes.
 
 
 
 
 
Se estima que en los próximos años sería posible alimentar hasta la cuarta parte del parque automovilístico español, sin inversiones adicionales en generación y en la red de transporte, si se hace una recarga inteligente en horas valle. Además, el coche eléctrico puede convertirse en un sistema reversible de almacenamiento de energía distribuido, vertiendo energía a la red en horas de máxima demanda la energía acumulada durante la noche.
 
 


 

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